lunes, 21 de noviembre de 2016

"Más allá de los pentagramas" o eso dicen - Marina Arias Torres

Música: ese arte presente en todas las culturas. Pues bien, dentro de nuestra cultura de masas, los nuevos fenómenos de convergencia mediática causan la extensión de esta manifestación artística. Comienza a ser posible el cruce entre la música y el transmedia, consiguiendo una multidistribución de un relato musical a través de diferentes medios y plataformas.

Esta inclinación por combinar la música con otros medios no es algo nuevo, estuvo presente desde la ópera hasta otras obras de rock más conceptuales de las décadas de 1960 y 1970, como es el caso de Pink Floyd con su disco The Wall. Más tarde, en la década de 1990 se hizo patente la convergencia de los lenguajes y medios y los CD Roms interactivos comenzaban a adquirir importancia. Se conocían como el gran new media, dado que su soporte permitía la combinación de vídeos, fotografías, textos y música.

Dejando de lado estas evoluciones convergentes, en el artículo de hoy vamos a tratar de desmigajar el mundo que gira alrededor de la música transmedia. Las narrativas transmedia pueden aportar un valor añadido a la música, dado que posibilita su consumición desde diferentes entornos, no sólo desde las escuchas convencionales, potenciando también un valor añadido en sus ventas. Supone todo un reto para estos artistas, quienes deben saber vender su música, su mensaje, no venderse a sí mismos ni propagar sus creaciones en otras plataformas para potenciar su fama.


El máximo exponente de música transmedia es el videoclip. Desde su nacimiento, el videoclip musical surge como un formato completamente multimedia: integración de vídeo, música y texto. Esta es su particularidad, su naturaleza intergenérica, que permite referencias continuas a otros medios y formatos, creando un sentido a esta composición multimedia. Las primeras etapas de difusión del videoclip fueron a través de la red, donde comienzan a utilizarse espacios contenedores de estos archivos (YouTube, Vimeo, Blip…).

Sin embargo, con el paso de los años el vídeo musical se ha transformado en una fuente propia de una cibercultura. Ello se conoce como videoclip interactivo, que surge como respuesta a los umv (user’s music video) y el movimiento fandom. El videoclip interactivo crea una experiencia en aquellas personas que lo consumen, despertando un nuevo mundo narrativo a través de saltos a otros medios y la participación de sus oyentes en el desarrollo. Por ejemplo, encontramos videoclips web-based que nos dirigen a una página web que permite cambiar los parámetros previamente otorgados al clip, otros que nos permiten la elección de dos posibles opciones de momentos de la historia, otros que crean narrativas con juegos que posicionan al oyente como protagonista de la historia, otros que integran anotaciones que guían a sus espectadores...
Existen dos maneras de integrar el videoclip en las apuestas transmedia. En primer lugar, se utiliza como herramienta para ampliar el storytelling de un proyecto normalmente audiovisual (películas o series) o literario. En segundo lugar, puede formar parte de una promoción de corte musical, que lo sitúan como un medio para construir el branding del artista y potenciar la interactividad y el lenguaje del clip en Internet.

Muchos autores dicen que la música de hoy en día se entiende desde “más allá de los pentagramas”, y están en lo cierto. Uno de los primeros grupos notorios que realizan música entorno a la corriente transmedia es nada menos que The Gorillaz, quienes a través de videoclips y páginas crearon una narración ficticia de sus componentes. “The Gorillaz have shown that it is perfectly possible to create a transmedia story world around a music band or artist. The Gorillaz started with creating a fictive world with fictive characters around their music. Besides, they set standard elements in the diegesis and finally they used multiple media to let the transmedia consumers discover the world and attract different consumers by using different media and attract implicit consumers by their music which is based on different styles and influences.”

En el caso de videoclips de grupos como Young Empires y Stone Sour permiten una vinculación con tus perfiles de Facebook o Twitter y con la webcam de tu ordenador, incluyendo así imágenes personalizadas en las historias. Las promociones tradicionales discográficas de un single ya están muy vistas, por eso el grupo The Bullitts opta también por otras estrategias. La primera noticia que se obtuvo de su álbum They Die by Dawn and Other Short Stories fue un tweet donde se presentaba a un personaje de ficción que aparece en su disco, Amelia Sparks. Un personaje que el usuario irá descubriendo gracias a las publicaciones en su Twitter y en vídeos oficiales donde lanzan toda una narración alrededor de este proyecto.

Resultado de imagen de nier videojuegoEsto ya no sólo envuelve al mundo musical en particular, sino al mundo audiovisual en general. El videojuego Nier posee un espíritu transmedia que se expresa a través de dos videojuegos, una precuela en forma de historieta, un libro y un drama CD, que componen distintos aspectos de la historia antes inexplicados, ampliando así su relato. La música adquiere un rol esencial de este proyecto. Introduce el uso de motivos musicales para reconocer a personajes y espacios del juego y una mayor atención a la instrumentación y composición de cada pieza, que vienen definidas por la acción dramática a la que acompañan.


Poquito más puedo deciros. Bueno, sí, que tengáis una buena semana y sigáis expectantes al gran universo de la narrativa transmedia...

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